La historia de la Alhambra está ligada a la situación geográfica de Granada. El Palacio de la Alhambra está situado en una colina rocosa, de difícil acceso, a orillas del río Daro, protegido por montañas y rodeado de bosques, en el casco antiguo de la urbe, alzándose como un imponente castillo de muros rojizos que ocultan desde el exterior la frágil belleza del interior.